Tú, en
este mundo tan raro,
casi como un misterio irresoluble en ese puzle que siempre anheló mi fantasía.
Tú, el pronombre que me desgarra de dentro a fuera,
convulso manifiesto desmesurado de tu existencia finita
perforando uno a uno los poros de mi piel.
Y es en ese desconcierto de saberte en
el mundo
cuando me pierdo enredada en el miedo
que juega al escondite con la patología de la fatalidad.
Irremediablemente abocada a la estructura de tu sintaxis,
en síntesis perpleja de tí,
imantada magistralmente a tu esencia.
imantada magistralmente a tu esencia.
Por eso perdona si la casualidad alguna vez me desata.
Disculpa, si me llego a acostumbrar.