jueves, 23 de julio de 2009

Monumento Al Derrotismo

ESO sí que fue un error.
Un error y encima gordo.
Nada lo reseñaba como algo bueno, todas y cada una de las señales eran negativas. TÚ no querías, ÉL no quería y YO, de haber podido pensar, tampoco hubiese querido. Ante indicios negativos lo mejor es negarse. Debieras haberlo sabido.
¿Y ahora qué?
Esa duda se mantiene de forma constante en mi cabeza, casi abrasante.
No solo me he convertido en un error sino que he acabado siendo la suma de tus pequeños errores, un problema saturado de problemas.
¿Y ahora qué?
Acéptalo, no me quieres presente en tu vida y has acabado por demostrármelo.
Alguna que otra mañana te has despertado pensando, ¿y si no…?
Aunque es divertido ver como intentas convencerte convenciendo a los demás de lo contrario.
Sabes, sé y sabemos que ESO nunca debió suceder, no te gusté, sigo sin gustarte y no te gustaré independientemente de lo que escriba, piense o haga porque jamás vas a aceptar mi presencia en tu vida como algo positivo.
¿Y ahora qué?
no puedo cambiarlo, ni siquiera puedo salir corriendo, se que te dañaría, te enfadarías muchísimo y jamás comprenderías el motivo del distanciamiento. Le echarías la culpa a mi mal carácter o tu incapacidad para demostrar que quieres que me quede.
¿Y ahora qué?
Pues nada de nada, a caminar como siempre y como nunca. A forjarse una vida lejos de ti que ya va siendo hora de proponerlo. Me libraré de mis demonios aprendiendo a aceptar que si bien ESO nunca debió haber sucedido no voy a culparme por ello, no sería justo, pues no fue mi decisión sino la TUYA.

Nota aclaratoria:
Por favor, que nadie se dé por aludido. Os supongo los suficientemente inteligentes como para que sepáis no solo a quien está dirigido sino que jamás alcanzará a leerlo.

martes, 21 de julio de 2009

Cuentos infantiles

Mi casa está repleta de libros infantiles de carácter didáctico.
Cualquier infante que se precie podría estudiar primaria sentado en el escritorio de mi habitación.
Casi siempre me sorprendo buscando algún crio escondido entre los cajones de mi armario.
Sé que tiene que estar por algún lado.
¿Dónde aguarda el niño que estaba destinado a juntar letras con la ordinaria caligrafía de los cuadernillos Rubio?
Es posible que se esconda hasta que aparezca un maestrillo de poca monta que le preste sus servicios en favor de una mejor calidad de expresión…

“Mi mama me mima”.
“El león Ramón inventa rimas desde su colchón”.
Alguien ha tenido que leer algo de esto alguna vez.

Lo busco a través de celosías estrelladas, entre los nudos de mi pelo y al final de cada espejo, ese último rincón reflejado donde nunca nadie mira.
Leo un montón de palabras que sé alguna vez leyó y busco pistas mientras me cuestiono:
“¿Tomará el sol bajo la vela de aquel barquito que no podía navegar?”
Lo imagino contando nubes y adivinando formas con una mirada perdida e inteligente.

Ahora que lo pienso, mejor que no esté por allí, el final de la canción rezaba que dicho barquito acaba por naufragar.


- “Desde mi corazón me dice adiós un niño y yo le digo adiós”
P.Neruda.

miércoles, 1 de julio de 2009

- ¿Estás bien?, deberías estarlo porque ya sabes que si estas mal no vas a ser capaz de pensar.
- ...
- ¿cómo estás?
- ...

( Y pensar lo que se dice pensar, si que pensaba, Me encataria tener una respuesta para todo, pero no todo lo que pienso tiene porqué ser respondido)