lunes, 21 de marzo de 2011

Papá quiero un trapecio,
uno grande, en el que poder pudrirme esperándote.
papá, que sea eterno,
y que nunca deje su leve huella,
que nunca se aleje de mí, que no me olvide.
Quiero un trapecio,
en el que vomitar todas las papillas que no me has dado,
uno que esté colgado en las estrellas,
y sea blanco.
Papá yo quiero que mi trapecio exista,
para que no sólo pueda columpiarme en mis fantasías.
Papá, uno cómodo, como debería ser tu hombro,
en el que tantas veces me perdí,
que pueda dormir en él,
que pueda soñar con un trapecio bonito sobre su lomo desdeñable.
Vuelve de entre mis sombras, quiero verte la cara….

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