martes, 27 de noviembre de 2012

Y sonrío.
Sí, como una puta revolución, gritando palabras guerreras de tu boca en tanto que construyo mi propio mayo del 68.
Porque esta no es  la primera, ni  será la última de las noches que paso en vela vomitando palabras mientras me dejo envolver en el olor de tu piel y en ese no-recuerdo comienza el fin del tránsito del ciclo que me condujo hasta tí.
Y sí, lucharé en nuestra guerra mientras me arda en los lábios la miel de mi revolución.

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