jueves, 24 de enero de 2013

Feliz Cumpleaños.


No se me ocurre pensar en nada más leve que tu recuerdo.
En nada más efímero que esa sinfonía 
 marcada por el ritmo de mis noches contigo.
 Nada  hay más cruel que la luz del alba filtrándose por la ventana 
 enmarcando tu cuerpo con el candor de las promesas cumplidas.

Y en ese mestizaje de sinsabores
 sazonados  con el brillo de tus ojos, 
mi levedad se rompe.
 Y es en esa pincelada de soles y lunares  que forja tu espalda
donde me desquito con el despegue de tu manos,
armas cargadas de horizontes y fronteras.

En la angustia del trascender  a la nostalgia y a los mitos
me anclo a tu olor allí donde debiera despegar mi barco.
Que lejanos, quedan entonces, otros continentes y otros cuerpos
y sin embargo acabo dejando atrás a las gaviotas.

Será por eso que desde que te conocí
-Desde que nos conocimos-
No he vuelto a ir a ningún sitio
Aunque afirmo con certeza, que aprendí,
-Que aprendimos-
a volar.

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