sábado, 3 de marzo de 2012

Si me vieses ahora.

Si pudieses verme, si me vieses ahora, ¿Qué dirías?
Si ese sí, ya dejase a un lado su condición de condicional y yo no me hubiese saltado tus condiciones caprichosas de un mal rato llevado a menos, en esa caja de Pandora que siempre fue tu madurez, tan extraña como femenina.
Dirías que llevo un jersey demasiado grande y que finjo todo eso de la ensoñación y las nubes de colores.
Pensarás que mis amigos son raros, que de dónde saqué un lugar para otro alguien de los de verdad , y sobre todo yo, porque yo nunca.
Pasearías cerca de mí, con esas pinceladas de entre almohada, perspicacia y tu toque casi imperceptible de histrionismo. Quizás me dieses la mano.
Y claro, por qué tan lejos, en ese centro del huracán de mi propia Patagonia, buscándome nuevas manías y deshaciéndome de mis marañas para rencontrarme en ese otro que es a la vez tan de dentro y de tan fuera. Verás que son demasiadas las respuestas para unos vaqueros tan desgastados, pero qué le vamos a hacer, si solo me hace responderte a ti, a ti que ya no sabes preguntar y no piensas que quizás un día de estos, de tantos, entre mis tan lejos,cumpla los 23, deje de ser aquello que te dí a conocer y se me ocurra preguntarme qué sería de esa niña que se me quedó en los 16 y luego, llegó con los 20 explosivos, llena de sabiduría y desengaño.
Preguntarás, seguro que preguntarás, que porqué no me he puesto antes a recordarte, pensándote entre las baldosas de un tango tardío y buscando te quieros en las luces de neón tras las esquinas.
Y si no me ha dado antes por imaginarte es por que me he vuelto loca buscando entre mis soledades nuevas canciones, nuevos acordes de otoño para dejar atrás la vorágine de ese invierno tan raro que vivimos en medio de nuestros desencuentros. “ Me estoy buscando un poco" te diré , para poder desencontrarme más adelante, nada de centros que puedan cercarme, para luego encontrar ese espacio que me ancle un poco a la tierra y volar más alto aún si cabe.
Por eso no te he pensado a pesar de mis preguntas.
¿Dónde has escondido tus cuentos? ¿Entre qué líneas se han perdido tus frases para que no pueda verte ni en las pocas veces que vuelvo a tener 14 años a tu lado?
Lo cierto es que ya no quiero buscarte, aunque me gustaría saber, y caminar contigo de vez en cuando para que me cuentes que sería lo que ves cuando me miras si me mirases ahora.

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