domingo, 22 de agosto de 2010

Analogía del color

He conocido el neutro celeste,la enajenación del amarillo,
Me he desquiciado con el turquesa en plena lluvia de azules matemáticos.
Vibré con el rojo, un gemido en los lábios, mientras me bailaba entre las yemas de los dedos el lápiz de cualquier anatomía.
Te coloreo con ceras de las gruesas y definitivamente sé que te pega el verde, no por el pelo ni mucho menos por la esperanza, es por que el verde es un color muy así, o encaja o no encaja.
Y da igual que no te guste, yo te pinto de verde como me pinto de gris y de naranja, porque no todo van a ser nubes.
Te pinto de verde por el metódico uso del desencuentro, por la fragilidad de las novedades que se deslizan con la rapidez del viento hasta la rutina, hasta el hastío de la más vulgar letanía.
Y te pinto de verde como el rojo de los daltónicos, que es y nunca será, que mirará por encima del hombro sabiendose reconocido solo por unos pocos sonreidos por la genética.

Camufla bien los colores o muestralos con desenfado, que siempre cabe la posibilidad de que te acusen de azul los ojos cualquier miope limítrofe, que pueda juntar más de tres palabras, mostrando así la cualidad irrefutable de la mejor dialectica: lo que se pinta de azul, azul se queda.

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